Saúl en Español – En la Realidad de Dios, el dolor y el sufrimiento no pueden existir 2011-11-06

*Saúl en Español a través de John Smallman DESPERTANDO 20111106 En la Realidad de Dios, el dolor y el sufrimiento no pueden existir
La espera ha casi acabado mientras os preparáis para terminar con vuestro apoyo a la ilusión y para dejar que se disuelva en la nada.
Sólo ha sido una breve idea con la que habéis jugado durante un momento y que pronto será olvidada; pero mientras os habéis entretenido con ella pareció haber durado eones, y eso es lo que habéis estado experimentando.
Estad contentos de que hayáis elegido despertar y retirarla vuestro apoyo. Dejando de jugar a juegos dirigidos por el miedo y la ansiedad abrís vuestros corazones al campo de Amor divino que siempre ha estado ahí para vosotros, y os dais cuenta de que el Amor es todo y lo contiene todo.
Lo podríais comparar al aire que respiráis (mientras ocupáis vuestras formas físicas) y que todo lo invade, pero Su vastedad va más allá de cualquier cosa que podáis concebir, y nunca podría contaminarse de ninguna manera, porque es el entorno perfectamente divino e ilimitado en el que toda la creación tiene su existencia.
Como os parece que la ilusión es tan sólida, tan real y tan antigua, y como os habéis familiarizado con los placeres y los dolores que ofrece, vuestra mayor esperanza siempre ha sido la de una mejora enorme en la forma en que la experimentáis.
Creéis que si podéis limpiar vuestros actos tratando al medio ambiente con respeto, reduciendo mucho la polución, acabando con las guerras y honrando a toda la gente podéis lograrlo.
No hay duda de que este es un gran proyecto, y cuando eliminéis más y más vuestras actitudes y creencias desafectivas puede lograrse mucho.
Sin embargo, lo que estáis experimentando actualmente es ilusorio, y cuando despertéis en la Realidad los asuntos y los problemas de vuestro mundo ilusorio se irán para siempre.
Despertar es vuestro destino; no puede evitarse, y por ello estad agradecidos porque lo que os ofrece es eterna bienaventuranza.
En la Realidad, el miedo, la duda, la ansiedad, la soledad, el conflicto y la larga serie de otros estados desagradables que dan lugar al dolor y al sufrimiento simplemente no existen ni pueden existir, porque no les ofrece espacio en el que se puedan desarrollar.
La Realidad es el Cielo, el Paraíso, el Hogar de Dios. Es ilimitado, infinito y contiene a toda la creación, a todo lo que existe.
No hay ningún sitio ni nada más, por eso, incluso mientras experimentáis la ilusión tenéis vuestra eterna existencia en este momento y en cada momento, permanentemente dentro de la divina Realidad de Dios como partes esenciales e inseparables de Ella; no hay otro sitio donde pudierais estar. Sois perfectos seres divinos siempre instalados en el Cielo.
La pesadilla de la ilusión, que parece manteneros dentro de ella, es de hecho algo totalmente efímero que habéis elegido mantener dentro de vuestras mentes.
Y estáis cambiando vuestras mentes porque habéis decidido que ya no queréis ni necesitáis un lugar ilusorio en el que jugar a lo que básicamente son juegos muy desagradables.
Habéis decidido que los tiempos de jugar a juegos y esconderos de Dios ya no os atraen ni os interesan, y por eso estáis eligiendo despertar para experimentar de nuevo la Realidad celestial de vuestro Padre. Es una sabia decisión de la que nunca os arrepentiréis.
Despertar, tras enterraros a vosotros mismos tan profundamente en la ilusión, es una tarea muy complicada, y como en un sueño, parece haber sido una operación extremadamente larga y interminable.
Incluso ahora, la ilusión parece muy real mientras hacéis vuestro camino hacia el despertar de la manera más efectiva.
Re-enfocaros en eliminar todas la actitudes y los comportamientos desafectivos, y pedid ayuda a vuestros entusiastas guías y ángeles para abrazar sólo actitudes y comportamientos que sean totalmente afectivos.
Es los momentos silenciosos de relajación y meditación poned en vuestra mente todo lo que amáis y eliminad o dejar que se vaya cualquier pensamiento que os distraiga de eso.
El Amor es todo lo que hay, recordaos esto y lo profundamente amados que sois todos como hijos divinos de Dios, y el tiempo hasta vuestro despertar pasará fácil y rápidamente.
Con muchísimo amor, Saúl.
Por: John Smallman
Traducción: PEC
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