Es mi deseo compartir con ustedes una historia con el fin de expresar mi guía y sabiduría para este momento de vuestro crecimiento.

Un alma tan bella, poderosa y radiante se manifiesta en un cuerpo físico en la Tierra. Nosotros llamaremos a esa alma José, lo que le permite al alma tomar una forma física masculina. José es ahora un adulto crecido y ha dedicado mucho tiempo a descubrir y aprender sobre el mundo que existe enla Tierra.

Su luz sigue siendo tan brillante como lo fue en su nacimiento, pero José ya no está al tanto de este aspecto de su ser; su mente y su aura se han llenado con otras ideas, distracciones y deseos.

José siente que hay algo que falta de su realidad, que anhela algo pero no puede fijar el punto en qué es eso que echa tanto de menos. Siente la tristeza dentro de él, inclusocuando está feliz y las cosas van bien.

José decide que él debe escaparse y embarcarse en un viaje, no sabe dónde va a ir o qué va a hacer, pero la libertad le da una sensación de euforia y emoción. Decide que, si bien desea viajar andando a todas partes para que pueda depender sólo de sí mismo. José comienza a empacar algunas cosas, sin saber cuánto tiempo va a permanecer allí o a dónde va a ir, ni cuánta ropa llevar, ni qué herramientas necesitará para sobrevivir e incluso no sabe qué libros llevar para entretenerse en su viaje.

Sale de su casa cargado de maletas, pero no puede sentir su peso pues su entusiasmo lo lleva hacia adelante y el saber que va a necesitar todos estos elementos le permite sentir que sus maletas se sienten extremadamente ligeras. Empieza a caminar como con un resorte en sus pies a pesar que no está seguro de adónde va, pero decide ser creativo en sus decisiones.

Poco a poco, las maletas empiezan a convertirse en una carga, su entusiasmo ha decaído y comienza a maldecir las bolsas y a él mismo, por haberlas llevado. Ya no se siente libre, sino atado, tal como se había sentido antes de irse.

Se sienta y empieza a hurgar en sus maletas, tira cosas innecesarias hasta que encuentra una pequeña bolsa que contiene los fundamentos de lo que será necesario para sobrevivir. Deja sus artículos innecesarios a los pies de la puerta de alguien con una nota diciéndoles que tomaran lo que desean y que repartan el resto.

Una vez más su entusiasmo se ha incrementado. Después de un largo día de decisiones creativas se encuentra junto a un río y decide descansar bajo un árbol. Saca su libro y comienza a leer y entra por completo en el mundo de fantasía del libro.

El viento comienza a soplar a través de los árboles a la orilla del río, su libro cae por el suelo. Él deja las páginas del libro y se acurruca en busca de calor.

José tiene pocas pertenencias y el día oscurece, comienza a preguntarse por qué quería escapar de su realidad, por qué creía que la realidad que ha creado para sí mismo ahora sería mejor que su realidad anterior.

Todavía se siente como si estuviera llevando tantas maletas, tantas cargas y se pregunta si hay alguna belleza, libertad y emoción en la realidad de la Tierra que deba experimentar.

El viento siguió soplando entre los árboles y José abrazó con fuerza a su cuerpo y acomodó su ropa para generar calor y sentirse más cómodo. Sentía como si el viento le hablara a él a pesar de que no escuchaba ninguna voz.

El viento le demostraba que lo que necesitaba era dejar todas sus cargas, fuera de él. José comenzó a pensar en todas las cosas que había hecho y por las que se sentía avergonzado, y luego dejó que el viento se las llevara, que las soplara fuera de él.
Luego contempló todas las veces que había experimentado el dolor y la tristeza y se permitió que todas estas emociones y heridas energéticas se las llevara el viento.

Se preguntó qué más hay para dejar ir y se dio cuenta que tenía que enviar su perdón en la ola del viento a la gente que culpó por hacerle daño en el pasado, cuando se había permitido ser herido.

Ya sentía que su cuerpo era mucho más ligero y podía sentir que la tristeza que había estado siempre con él se alivió, y sin embargo el viento seguía soplando con fuerza a su alrededor. Se desafió a sí mismo a ver qué le quedaba para sacar fuera y dejar ir.

Se dio cuenta de que se había separado ya de la gente a su alrededor, por embarcarse en este viaje, y que todavía los amaba profundamente, pero ahora sabía que si tenía que estar por su cuenta sería perfectamente feliz y podía cuidar desí mismo.

Aun sosteniendo con fuerza su cuerpo se dio cuenta de algo que necesita su atención. Se tenía que dejar a sí mismo. Tuvo que dejar que el viento se llevara todas sus percepciones de sí mismo, las ideas que se había formado acerca de sí mismo, buenas o malas, la forma en que hablaba de sí mismo, las cosas que él amaba y odiaba de sí mismo, así como sus sueños y deseos para el futuro que había construido en su mente bajo las influencias de su personalidad y de otras personas.

Poco a poco comenzó a liberarse de su férreo control sobre sí mismo, física y energéticamente. Estaba feliz de dejar ir grandes trozos de él mismo y esperó ansiosamente para ver lo que quedaba.

Se derrumbó en un mar de lágrimas pues le dolía mucho liberar ciertas ideas de sí mismo, pero al mismo tiempo se estaba también llenando de mucha alegría y libertad. Se dio cuenta de que había esperado toda su vida para lograr esto y sabía que era algo que iba a seguir activando en el futuro.

Para descansar se sumió en un sueño sobre un árbol en el suelo de la Tierra. Vio que el árbol creció y creció en fuerza y carácter. El árbol estaba atado a un punto de su vida y, sin embargo, celebró esa libertad dentro de su realidad.

A continuación, se sintió como un árbol de la Tierra saliendo del suelo al lado de un primer árbol. Podía sentir la preocupación en su cuerpo porque estaba creciendo demasiado cerca de los otros árboles. Se hizo cada vez más alto y aumentó su ansiedad.

A continuación, el viento soplaba una vez más y le recordó cómo dejar ir su ansiedad y observar simplemente. José le permitió alviento llevarse su ansiedad y la preocupación, para su sorpresa, siendo como un árbol comenzó a fusionarse con el primer árbol más alto.

Cuando cayó en la energía del árbol, en su conciencia se dio cuenta de que había aceptado una gran libertad dentro de su ser. A pesar de que no podía moverse de su lugar se sentía fuerte y libre de cargas, sintió clara su mente, su corazón y sus emociones.

Nada le molestaba, comprendió que no tenía que ser como otras personas, no tenía necesidad de ser lo que otros crearon, sólo podía ser él mismo y ser feliz en la realidad que había creado para sí mismo.

Sabía que si todas las energías, pensamientos o emociones que llegaran a él para desafiar la libertad y la paz que había creado, solo tendría que pedirle al viento que se llevara esas ideas. Apreció que pudiera vivir felizmente con muchas cosas alrededor suyo y así podría vivir básicamente.

José también entendió que si empezaba a llover, o caía granizo o nieve, luego seguiría siendo feliz ya que las experiencias externas no podían destruir la paz, la fuerza y la libertad que había manifestado en su interior. La libertad le generaba tremenda alegría y eso lo llenó de mayor fortaleza en sus convicciones.

Un sol radiante brilló sobre él mientras existió como árbol, y mientras hubo tomado la conciencia del primer árbol, ahora sentía una gran unidad y conexión con el Todo. El sol parecía seguir brillando, era como si miles de luces bailaran a su alrededor. Se imaginó a sí mismo abriendo su pecho a la luz y permitiendo que la luz inunde su ser.

Se despertó repentinamente del sueño, era de mañana y había estado durmiendo toda la noche con la espalda contra la base del árbol. Su cuerpo se sentía electrizado, un hervidero de luz. Se preguntó si todo había sido un sueño, pero recordó el dolor mientras exploraba su energía.

Una sabiduría que provenía de dentro de su ser le dijo: «Te has liberado de la influencia de conciencia general de la humanidad, te has dado la libertad de pensar y sentir como tu desees, no desde la personalidad o la influencia de los demás, sino desde tu alma.

Yo soy tu alma y yo estoy aquí para guiarte hacia adelante. Vamos ahora a embarcarnos en el viaje real juntos. En tu sueño te fusionaste con un árbol grande, que era yo, somos uno José. Observa tu cuerpo cargado de luz, observa tu corazón y tu mente, que son abiertas y claras.

Mi energía está aquí siempre como un amigo que te guía. Recuerde que nada en la Tierra puede crear una identidad para ti, ya que tu verdadera identidad es tu alma y el Creador”.

José se puso de pie y estiró su cuerpo, se sentía diferente. ¿Qué vamos a hacer?, se preguntó a sí mismo y la respuesta fue instantánea.

Espero que hayan disfrutado de mi historia, hay muchos mensajes en estas palabras e ideas para contemplar e integrar en su realidad, que es para usted, para que su propia alma le muestre los mensajes y que cada persona puede ver algo diferente.

Puede ser útil que leas el mensaje una vez más y escribas todos los mensajes o trozos de sabiduría que crezcan en ti. Es mi creencia de que este mensaje es adecuado para los tiempos que estamos experimentando en la Tierra y en el universo del Creador ahora.

Con amor angelical, mi protección y apoyo,

Arcángel Miguel

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10 de octubre 2011 –

Canalizado a través de Natalie Glasson

Traductor: Claudio

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